Resiliencia

Transición en Cardedeu

19 Jul
por Transición Sostenible, en la categoría Artículos, Blog, Videos   |  3 Comentarios

El viernes 6 de Julio tuve la oportunidad de visitar Cardedeu, una localidad de unos 18000 habitantes a unos 40 Km de Barcelona, cerca del parque del natural del Montseny. Me invitaron para ir a presentar la película In Transition 2.0, el último documental realizado por la Transition Netwok, en el que aparecen diferentes ejemplos de proyectos de transición a lo largo y ancho del mundo.

El pase del documental, así como el debate posterior fueron todo un éxito. Asistieron más de 50 personas, acudiendo tambien gente de localidades vecinas. Pero lo mejor de todo no fue este evento en si, sino constatar la cantidad de proyectos increibles que ya se estan llevando a cabo y el gran potencial de Cardedeu para desarrollar su propia transicion hacia un modo de vida más sostenible. ¿Se convertirá Cardedeu en una iniciativa de Transición?

Mònica y Carles fueron mis guias en la que fue una jornada de lo más productiva. Visitamos el proyecto «Phoenicurus», un fantástico huerto de permacultura donde se realizan tareas educativas, se está desarrollando un banco de semillas y en el que se producen alimentos para la cooperativa de consumo local. Una cooperativa de consumo y producción (pro-consumo) que se llama Cardedeu Autosuficient. Además, tuvimos la oportunidad de conocer la escuela taller alternativa EsBiosfera, un proyecto muy interesante, con huerto incluido, en el que se potencia la reconstrucción de resiliencia y la autosuficiencia. Y por si esto no fuera poco Cardedeu dispone tambien de un banco del tiempo, de productores ecológicos de lacteos, etc. Pero sobre todo, si de algo dispone Cardedeu es de personas con ganas y energía de, pese a las dificultades, apostar por proyectos de cambio.

Huerto Phoenicurus

Gracias a Mònica, Carles y el resto de personas que conocí aquel dia por vuestra gran acogida y por mostrarme una vez mas como la transición no es una utopía, es algo del presente, del aquí y del ahora. Sí, se trata todavia solo del comienzo, pero nadie dijo que la transicion fuese pan comido. Venga Cardedeu!

Juan del Río

Biomímesis como equivalente de sostenibilidad

30 May
por Transición Sostenible, en la categoría Artículos, Blog   |  Sin comentarios

Hace unos dias llegó a nuestras manos un trabajo bien documentado y de lo mas interesante titulado: «Biomímesis como equivalente de sostenibilidad. Las Sociedades de emergencia energética como muestra.» Se trata de un documento de investigación realizado por Vanesa Calero como tesina del master en Globalización y Desarollo en Hegoa/UPV-EHU. En él, Vanesa analiza lo que denomina «las sociedades en emergencia energética» y las acciones que estan llevando a cabo. Y para ello toma como ejemplos a tres de las iniciativas de transición existentes en el territorio del estado español. Sin mas os dejo con él.

A continuación podreis leer la introducción de dicho trabajo y al final podeis ver un enlace en el que descargar el documento (134pag.). Gracias Vanesa.

INTRODUCCIÓN

Tema de estudio y objetivos a lograr

El objetivo final de este trabajo es el estudio de las sociedades en emergencia energética, en concreto, analizar qué camino están siguiendo las mismas, teniendo siempre de referente los principios de sostenibilidad, para comprobar que sus acciones son factibles y realmente transformadoras. Entendiendo como transformadoras todas aquellas acciones encaminadas hacia la búsqueda de la sostenibilidad, que comentaremos en detalle en el segundo capítulo de este trabajo.

Para lograr este objetivo voy a analizar el caso concreto de tres iniciativas en transición que se están dando en el estado Español. Para hacer más rico el análisis y la comparación entre diferentes iniciativas se ha escogido el caso de una ciudad, Barcelona, el de una isla, Ibiza, y el de una universidad, la Universidad de Santiago de Compostela. En cuanto a las dos primeras presento un resumen de la situación en la que se encuentran, teniendo en cuenta siempre los principios de sostenibilidad, aunque no sigo las premisas de planificación estratégica al no tener todavía planes estratégicos definidos pues por el momento se encuentran en fases previas. En el caso de la tercera iniciativa que presento, la USC en transición, si analizo las premisas de planificación estratégica, pues la Universidad en cuestión tiene un Plan de Desarrollo Sostenible definido, plan en el que se enmarca la iniciativa en transición, de ahí que en este caso si se haga el análisis en base a estas premisas.

Justificación del tema escogido

La justificación de por qué he escogido este tema no es otra que la preocupación por la gran crisis sistémica en la que nos encontramos, crisis que nos va a obligar a realizar enormes transformaciones en nuestra forma de vida actual, además mucho antes de lo que somos conscientes. Es priorizar la situación de urgencia a la que en breve nos vamos a tener que enfrentar. Para lo cual considero que será de utilidad comprender las causas de la situación a la que nos enfrentamos, pero también tener en funcionamiento actuaciones para hacer de esa transición lo menos traumática posible.

Aparte, el tema en sí de la energía me supone gran interés, pues es uno de los sectores que se verá más profundamente afectado por el techo del petróleo, y es también uno de los que mayores cambios ha dado desde la Revolución Industrial, cambios además en la dirección del paradigma dominante, donde los seres humanos nos vemos como la especie superior. Actualmente estoy colaborando con la organización Enginyeria Sense Fronteres de Catalunya en la realización de un proyecto de investigación enfocado al cambio climático y las industrias extractivas. Por lo que mediante la realización de esta tesina, en la que me enfoco más en el tema del techo del petróleo y en las posibles vías para la transformación que nos espera, complementado con esa investigación, me está sirviendo como un primer punto de contacto con este tema de enorme aprendizaje. Finalmente, a través de este trabajo también he intentado expresar mi forma personal de entender las cosas, una visión sistémica en la que la naturaleza es el gran ecosistema que engloba el resto de cosas.

Los tres casos de estudio han sido escogidos por diversos motivos, por un lado quería analizar casos cercanos que estén poniendo en práctica la filosofía de la transición. Casos que además, dos de ellos, Barcelona e Ibiza, son los únicos casos del estado Español inscritos como oficiales en la página principal del movimiento Transition Towns. El completarlo con el estudio de una universidad en transición lo considero de gran interés, pues es de las pocas iniciativas existentes y puede ser un referente a tener en cuenta para otras universidades. De esta forma analizo casos concretos y cercanos, iniciativas reales que tenemos al lado de las que poder aprender otra forma de funcionar.

Estructura de la tesina

Aunque el tema de estudio de este trabajo sean las SEE, para enmarcar estas iniciativas en un marco teórico y de situación, se analiza primero la situación actual en la que nos encontramos, así como el marco teórico del camino hacia la sostenibilidad que nos muestra la naturaleza. Por eso, para la realización de este trabajo se ha seguido la siguiente línea argumental, y así mismo estructural, a lo largo del trabajo. En el primer capítulo se hace un análisis de la situación actual en la que nos encontramos en cuanto a recursos naturales, principalmente petróleo y cambio climático, al ser estos dos las causas por las que surgen las sociedades en emergencia energética, objeto del trabajo. En este capítulo se muestra la gran crisis sistémica en la que nos encontramos, la que invariablemente nos hará pasar por transformaciones en la forma de vida actual de las sociedades, pero que además serán transformaciones que provocarán cambios en muchos de los aspectos más arraigados de nuestra civilización, esto es, en aspectos del paradigma dominante, pensamiento cuyas líneas principales presentamos en el siguiente capítulo.

Por eso, en el segundo capítulo, aparte de esas líneas generales del paradigma dominante que comentábamos, se presenta el marco teórico en el que basarse para realizar estas transformaciones, inminentes y necesarias, bajo el prisma de la sostenibilidad, que no puede ser otro que el de la biomímesis, del que se derivan los principios de sostenibilidad de los ecosistemas. Para presentar esta visión de la sostenibilidad se expone primero toda la línea de pensamiento que deriva en ella, como es la teoría general de sistemas y la economía ecológica, de las que se presentan aspectos básicos, como qué se busca, sus orígenes, etc.

Pasamos ya al tercer capítulo y así al objeto de nuestro estudio, las sociedades en emergencia energética. En este tema se presenta qué son las sociedades en emergencia energética, cómo surgieron y por qué, y se ahonda en detalle en los dos movimientos principales de estas sociedades, las Post Carbon Cities y las Transition Towns. Sobre estas dos últimas se presenta un análisis en detalle de lo que significa el movimiento, sus orígenes, qué buscan, qué hay que hacer para convertirse en una PCC o en una TT, y sobre todo, qué están haciendo por el momento, presentando para esto también cada uno de los casos que han servido de referencia para cada movimiento respectivamente. El caso de la ciudad de Portland (Oregón, EEUU) para el primero, y el de la ciudad de Totnes (Devon, RU) para el segundo.

Con esto pasaríamos ya al último capítulo en el que se analizan las premisas de planificación estratégica para centrarnos en la planificación estratégica de la sostenibilidad en las SEE, haciendo un breve resumen de la situación de los casos de Portland y Totnes de nuevo, para darle coherencia a la pequeña muestra que se hace de estas dos iniciativas en el capítulo anterior. De esta forma pasamos ya a centrarnos en los tres casos de estudio que hemos comentado anteriormente, englobados los tres dentro del movimiento de las TT o, más comúnmente llamadas, Iniciativas en Transición, pues ya se ve que no todo son ciudades.

Metodología empleada

La metodología empleada para la realización de esta tesina ha sido básicamente a través de métodos indirectos, esto es, búsqueda de bibliografía y su posterior análisis. Los autores en los que me he basado han sido, principalmente Roberto Bermejo, el cual plantea en su último libro los temas que analizo en esta tesina y en el que me he basado como referencia; pero para completar esta visión, en cada tema he considerado algunos de los autores y organizaciones clave para cada temática en cuestión. De esta forma, para el primer capítulo he utilizado trabajos de M. Marzo o N. Stern, y me he basado principalmente en las páginas de ASPO, Crisis Energética y The Oil Drum. Para el segundo capítulo, en el punto de economía ecológica he utilizado trabajos de J. Martínez Alier o J. Naredo, entre otros; para la teoría de sistemas me he basado en L. Bertalanffy, precursor de la misma; y para el tema de la biomímesis y de los principios de sostenibilidad he querido ahondar, en la medida de lo posible, en la ecología, citando a autores como R. Margalef. Por último, para los dos últimos capítulos sobre SEE, me he basado en textos de R. Hopkins y B. Brangwyn para las TT, y de D. Lerch para las PCC, así como el Monográfico sobre SEE de la Revista The Ecologist de este mismo año. Del mismo modo, también me he basado en las páginas principales, por un lado de los movimientos de las SEE, esto es la Transition Network para las TT y el Post Carbon Institute para las PCC, y por otro, de las páginas o blogs de los tres casos de estudio.

La biomimesis como equivalente de sostenibilidad. Las sociedades de emergencia energética como muestra. Vanesa Calero

Movimiento de Transición; de la indignación a la acción

22 May
por Transición Sostenible, en la categoría Artículos, Blog   |  2 Comentarios

Movimiento de Transición: de la indignación a la acción - Transición SostenibleMovimiento de Transición; de la indignación a la acción

Como autoorganizarse para cambiar el paradigma del consumismo en un mundo complejo y finito.

Os propongo un pequeño ejercicio. Levantad la mirada y observad atentamente a vuestro alrededor. ¿Qué veis? ¿Existe alguna relación entre los objetos, personas o cosas que os rodean? ¿Qué relación tenéis con vuestro entorno?

Así es, vivimos en un mundo basado en la interdependencia. Cada uno de los elementos existentes depende de una u otra manera de otros elementos, formando así sistemas de todo tipo y escala, que a su vez se relacionan entre sí. Por ejemplo, no podemos entender la economía si no es dentro de una sociedad, y a su vez no puede existir ninguna sociedad si no es dentro de un medio natural que lo sustenta. Es justamente esta visión sistémica la que nos permite comprender que no somos seres aislados del mundo físico y natural, sino que formamos parte de sistemas socio-ecológicos complejos y dinámicos. En otras palabras, pueblos, ciudades o comunidades, habitadas por personas y otros organismos vivos, que se encuentran en continua evolución y donde abundan las propiedades emergentes, existe un elevado grado de incertidumbre y los cambios pueden ser irreversibles.

Un concepto clave para comprender el funcionamiento de los sistemas socio-ecológicos, nuestras comunidades, es la resiliencia. Entendemos por resiliencia la capacidad, inherente a cualquier sistema, de absorber los choques externos y reorganizarse mientras se produce el cambio, de manera que el sistema mantiene esencialmente la misma función, estructura e identidad[1].

Existen evidencias científicas, como el informe sobre los límites del equilibrio planetario[2], promovido por el Stockholm Resilence Centre, que nos demuestran que nuestro sistema socioeconómico está sobrepasando la capacidad de carga de nuestro planeta alterando gravemente el sistema Tierra. Consecuencias actuales de esta relación disfuncional dominante entre la sociedad industrial y la naturaleza, son el cambio climático, la desaparición acelerada de la diversidad cultural y natural del planeta, y con ello la disminución alarmante de la resiliencia, y las crisis sociales y económicas asociadas.

Efectivamente, el hambre extrema en el cuerno de África, la catástrofe de las centrales nucleares en Japón, el gran aumento de las desigualdades sociales, el crecimiento poblacional, el agotamiento de los recursos, el cambio climático, etc. son parte de una misma crisis. Una crisis de sostenibilidad global, y de percepción de la realidad, que tiene su origen en el desarraigo con la naturaleza y en el consecuente ímpetu de nuestra sociedad por controlarla. Una sociedad basada en el crecimiento acelerado y el consumismo desmesurado de todo tipo de recursos. Por ello, la recuperación de un equilibrio global pasa por la reconstrucción de resiliencia socioambiental mediante el decrecimiento consciente de nuestras economías y la relocalización de nuestros modos de vida, y para conseguirlo es necesario transformar nuestra relación con el entorno natural, con los otros y con nosotros mismos. Lo que implica, como nos indica el filosofo Jordi Pigem, una transición cultural, es decir un cambio de mentalidad y valores[3].

Una sociedad adicta al petróleo

Sin petróleo barato no estarías leyendo este artículo ahora. No se podrían haber escrito estas palabras en un ordenador y no se podría haber impreso la revista que tienes ahora en tus manos. La mayoría de cosas a nuestro alrededor dependen del petróleo barato para su manufacturación y transporte: nuestros muebles, nuestro entretenimiento, nuestra comida, nuestras medicinas, nuestra casa,… Efectivamente, nuestro bienestar y riqueza económica están directamente relacionados con el petróleo y es justamente esta gran adicción por la poción mágica de nuestros tiempos la que nos hace tan vulnerables.

El pico de producción del petróleo o peakoil, punto a partir del cual disminuye su producción, significa que a partir de ese momento la disponibilidad va a ir reduciéndose de manera gradual pero continua. Atendiendo al comportamiento de los yacimientos actuales y de los nuevos descubrimientos petrolíferos, los diferentes estudios científicos lo sitúan entre el 2007 y el 2015[4]. Sin embargo, en este caso, lo verdaderamente importante no es la fecha exacta, dado que se trata de un hecho inevitable, sino el hecho de que ocurrirá pronto y aun no hemos empezado ni a pensar realmente en ello ni a organizarnos para ello. En palabras del investigador Richard Heinberg, el peak oil, debido a nuestra extrema dependencia del petróleo, a su demanda creciente y a que no hay perspectivas de encontrar un sustituto mejor, se trata del mayor reto social y económico desde la revolución industrial[5].

El mundo está cambiando; caminemos juntos

Albert Einstein decía que “los problemas no pueden resolverse con la misma visión que los creó”. Siguiendo ese cambio de mentalidad existen un cada vez más amplio abanico de iniciativas y movimientos, que trabajan a diferentes escalas y con diferentes enfoques por un objetivo común: la transición hacia un modelo de desarrollo social y ambientalmente justo y sostenible. Cooperativas de consumo, centros sociales, el movimiento del Decrecimiento[6], o el movimiento Transition Towns[7] son sólo algunos ejemplos. Sin embargo, hasta ahora, la dispersión de estos movimientos y a veces su estrecha mirada ha hecho que, en vez de trabajar conjunta y complementariamente, se aislasen perdiendo así gran parte de su fuerza y alcance. Por todo ello, en estos momentos cruciales de la historia, resulta imprescindible ampliar esa mirada viendo la problemática socioambiental desde una perspectiva sistémica, buscando la manera de conectarse y colaborar, aumentando así la masa crítica y favoreciendo el aprendizaje entre unos y otros.

Justamente ese enfoque inclusivo e integral es el que persigue el Movimiento de Transición y uno de los aspectos que lo emparenta con el reciente Movimiento del 15M. Con un carácter eminentemente práctico y propositivo el Movimiento Transition Towns, que se centra en las problemáticas interrelacionadas del pico de producción del petróleo y el cambio climático, y que enfoca su respuesta hacia la reconstrucción de resiliencia comunitaria, está sabiendo ejercer de paraguas y pegamento de forma que iniciativas muy diversas trabajen conectadas y comiencen juntas el proceso de cambio.

El concepto de transición

El concepto de transición parte del intento de aplicar el diseñó de la permacultura[8] a asentamientos y ciudades. Su germen aparece en el 2005 con el proyecto Kinsale 2021[9], producto de un curso bianual de permacultura impartido por Rob Hopkins, posterior cofundador del movimiento Transition Towns. Dicho proyecto piloto supuso el primer intento de llevar a cabo un plan participativo e integral de descenso energético (EDAP[10]), en el que se trabajaba visionando un futuro positivo y autosuficiente en un mundo sin petróleo, para la población sudirlandesa de Kinsale. Poco después, se creaba en Totnes, un pueblo del suroeste de Inglaterra, la primera iniciativa en transición, Transition Town Totnes[11].

Desde ese momento, e impulsadas por la posterior creación de la Transition Network[12] (Red de iniciativas en Transición) y la publicación del Transition Handbook[13] (Manual para la Transición), las iniciativas en transición han ido emergiendo y evolucionando en todo el mundo a partir del trabajo a nivel comunitario, y con las siguientes premisas:

  • Que la vida con un descenso dramático del consumo energético es inevitable y, por tanto, mejor prevenir que ser cogido por sorpresa.
  • Que la falta de resiliencia social actual hace que en estos momentos nuestras comunidades no estén preparadas para afrontar los choques que provocará el pico de producción del petróleo.
  • Que debemos actuar colectivamente y debemos hacerlo ahora.
  • Que dando rienda suelta a la creatividad de la comunidad podemos proactivamente diseñar nuestro descenso energético y construir modos de vida más interrelacionados y ricos que reconozcan los límites físicos de nuestro planeta.

Un reto colectiv0

Efectivamente la transición es un gran reto colectivo que implica actuaciones a muy distintos niveles. Jóvenes y mayores, instituciones, comerciantes y sociedad civil, en general, deben actuar conjuntamente dando rienda suelta a su creatividad, y justamente ese es uno de los grandes logros del movimiento de transición: conseguir, mediante la creación de redes, el uso de dinámicas participativas, el ejemplo práctico y el visionado conjunto de un futuro posible y mejor, la paulatina inclusión de los diferentes actores en el proceso de cambio.

El movimiento de transición nos enseña lo importante que es asociar imágenes, para así tener una visión clara sobre cómo queremos que sea nuestro futuro. ¿Qué pasaría si en vez de imaginarnos un futuro lleno de desastres y catástrofes le diésemos la vuelta y lo viésemos como un futuro lleno de extraordinarias oportunidades?. Oportunidades de reinventar, repensar y reconstruir un futuro abundante en tiempo, en salud y en felicidad. Un futuro más local, comunitario y autosuficiente. Para ello como nos indica Rob Hopkins[14], es necesario crear nuevas historias y mitos que nos permitan avanzar en las próximas décadas, como por ejemplo de la ciudad que tiene su propia moneda o del pueblo que cambia los aparcamientos de coches por huertos comunitarios. En definitiva, historias de la comunidad que descubre que vivir con menos es vivir mejor.

Autoorganización

Cada iniciativa de transición, formada por gente corriente, como tú y como yo, se autoorganiza, mediante la creación de grupos de trabajo autónomos, sobre aspectos diversos como alimentación, educación, energía, psicología del cambio, etc. A partir de ahí las iniciativas ponen en práctica todo tipo de soluciones, creíbles y adaptadas a su contexto, para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y recuperar la resiliencia de su comunidad: huertos urbanos, sistemas de trueque y monedas locales, talleres de reciclaje y recuperación de saberes tradicionales, proyectos de bioconstrucción y aislamiento de casas, creación de bancos de semillas, asesorías de vulnerabilidad al petróleo para los comercios, proyectos sobre energías renovables, cuentos de transición, ferias ecológicas, guías de comida local, plantación de árboles frutales, o la creación de un plan integral de descenso energético (EDAP).

La evolución del Movimiento de Transición

El movimiento de transición es un movimiento joven y en pleno crecimiento. Continuamente, de manera viral y autoorganizada, nuevos grupos locales se adhieren a la idea de comenzar la transición por todo el mundo. Actualmente, aunque la mayoría de iniciativas se encuentran en países anglosajones, como Reino Unido, Irlanda, USA, Australia o Nueva Zelanda, ya hay grupos en casi 40 países. Algunos ejemplos son: Japón, Chile, Portugal, Francia, Finlandia, Alemania, Italia o España. A día de hoy existen ya cerca de 400 iniciativas oficiales y más de mil que están empezando a trabajar en ese mismo camino. Existen pueblos, barrios, ciudades, islas, penínsulas y bosques en transición, cada uno con sus propios proyectos, con su propia personalidad. Continuamente surgen nuevas publicaciones y películas, como la reciente In Transition 2.0., en torno al movimiento Transition Towns, consiguiendo que el concepto de transición, hace un par de años casi desconocido, hoy día esté de total actualidad.

En España, el movimiento de transición se encuentra en sus inicios y en plena expansión. El reciente y exitoso primer Encuentro Ibérico de Transición[15] celebrado del 20 al 22 de abril en Zarzalejo, Madrid, en el que participaron más de 130 personas de todo el estado, es prueba de esa efervescencia. Además la wiki para el movimiento de transición en habla hispana[16], publicaciones como “De la idea a la acción: aprendiendo del movimiento Transition Towns”[17] o la emisión de documentales como “Pueblos en Transición”[18], han ayudado de manera muy importante al mejor conocimiento del movimiento y a su dispersión por el territorio. Actualmente existen grupos de trabajo en torno a la transición en unas 30 localidades españolas: Barcelona y Vilanova i la Geltrú, Zarzalejo (Madrid), Mahón, Vitoria Gasteiz, Coín (Málaga), Jerez, la universidad de Santiago o Valencia, son solo algunos ejemplos.

El concepto de transición, como quedó en la última conferencia internacional sobre Transition Towns que tuvo lugar en Julio del 2011[19], está en continua evolución. Participantes de 12 países y debates sobre activismo y transición, sobre la necesidad de incluir la crisis financiera entre uno de sus objetivos, la adaptación de sus principios a contextos de pobreza como las favelas de Brasil, o la discusión de todo lo sucedido en las plazas europeas[20], mostraron la abertura de un movimiento que está sabiendo adaptarse a nuevos contextos y realidades.

15M y Movimiento de Transición

Mención especial en el momento de cambio que vivimos actualmente, tiene el despertar que ha supuesto el movimiento 15M[21]. Hace justo un año las plazas de España y de otros países del mundo se llenaron de gente de todo tipo, proclamando de manera masiva y pacífica su indignación frente a un sistema injusto, dominado por bancos, grandes empresas y gobiernos corruptos. Y, ¿qué mejor manera de hacerlo que con el ejemplo? Niños, jubilados, estudiantes, trabajadores y parados, que dejando de lado sus pequeñas diferencias se pusieron manos a la obra para diseñar y construir a través de la creatividad, la cooperación y la autoorganización, pequeñas comunidades semi-autosuficientes en el centro de las ciudades. Comedores, populares, cuidado sanitario, múltiples grupos de trabajo, guarderías, huertos, el uso de la democracia participativa y horizontal o de los principios de la permacultura, o las múltiples actividades culturales, fueron claros ejemplos de que la gente quiere un modelo de vida diferente y que es posible. ¿Acaso no es este un ejemplo increíble de transición?

Lo sucedido en tantas plazas, y que ha vuelto a revivir durante el fin de semana del 12 al 15 de Mayo del 2012, demostrando que está más activo que nunca, se trata de un gran experimento de transición social, que pese a lo efímero, a puesto a la sociedad de muchos países en plena efervescencia. Pero ¿cómo continuar este cambio? No existen respuestas concretas y evidentemente dependerá de cada lugar y situación, pero lo que está claro es que el movimiento de transición puede tiene un papel crucial en este proceso global de cambio, aportando su visión, metodologías y herramientas, para canalizar constructivamente la indignación actual.

Por un cambio de paradigma

Sabemos que la recuperación de un equilibrio global pasa por la reconstrucción de resiliencia mediante el decrecimiento consciente de las economías, la relocalización de nuestros modos de vida y la reconexión con el medio natural, y que para ello es imprescindible un gran cambio cultural. Donella Meadows nos explica en “Leverage Points–Places to Intervene in a System”[22], que el punto clave en el que hay que actuar para que cambie un sistema es en el cambio de paradigma, es decir aquellas ideas compartidas y asunciones que dan forma a la cultura, que la guían. Cambiar el paradigma consumista actual por el paradigma del “menos es mejor”, el de la sostenibilidad, supone un reto inmenso que no puede esperar.

Con ese objetivo y centrándose en el declive del petróleo y en la necesidad de vivir de manera más autosuficiente, el movimiento de transición nos llama a actuar colectivamente, de manera creativa y huyendo del catastrofismo. Nos invita a reaprender y a cambiar nuestros valores: la competitividad por la cooperación, el individualismo por la comunidad, lo lejano por lo local. Nos infunde ánimo para que conjuntamente visionemos y diseñemos nuestro futuro. Nos explica que esta ilusionante, aunque larga, transición de paradigma puede ser increíble. Y nos dice que definitivamente hay que de dejar las diferencias de lado y ponerse ya manos a la obra porque es el momento de pasar todos juntos de la indignación a la acción.

Juan del Río

[1]Walker, B., Hollinger, C.S., Carpenter, S.R. and Kinzing, A. (2004) “Resilience, Adaptability and Transformability in Social-ecological Systems” Ecology and Society.9 (2) p.5.

[2]Rockström, Johan; W. Steffen, K.; Noone, [et al.] (2009). “Planetary Boundaries: Exploring the safe operating space for humanity”, Ecology and Society 14(2), p 32.

[3]Pigem, J. (2010) “Revalorar el món: els valors de la sostenibilitat” Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible de Catalunya.

[4] Datos del Oil Depletion Analysis Centre. (http://www.odac-info.org). Mirar también: http://www.hubbertpeak.com/

[5]Heinberg, R.(2003) “The Prty’s Over, War and the Fate of Industrial Societies”. New Society Publishers.

[6] www.decrecimiento.es

[7] www.transtiontowns.org

[8]Holmgren, D. (2003). “Permaculture: principles and pathways beyond sustanaibility”.Holmgren Design Services.

[9]http://transitionculture.org/wp-content/uploads/kinsaleenergydescentactionplan.pdf

[10]Energy Descent Action Planning

[11]http://www.transitiontowntotnes.org/

[12]http://www.transitionnetwork.org/

[13]Hopkins, R. (2008). “The Transition Handbook.From oil dependency to local resilience”.Totnes. Green Books.

[14]http://www.ted.com/talks/lang/spa/rob_hopkins_transition_to_a_world_without_oil.html

[15]http://movimientotransicion.pbworks.com/w/page/47282340/1er%20ENCUENTRO%20IB%C3%89RICO%20DE%20TRANSICI%C3%93N

[16]http://movimientotransicion.pbworks.com

[17]Del Río, J. (2009) “De la idea a la acción: aprendiendo del movimiento TransitionTowns” Máster en Sostenibilidad de la Universidad Politécnica de Catalunya. Se puede descargar en: http://movimientotransicion.pbworks.com/f/De+la+idea+a+la+acci%C3%B3n%3B+Aprendiendo+del+Movimiento+Transition+Towns+-+Juan+Del+R%C3%ADo.pdf

[18]http://www.rtve.es/television/20100208/escarabajo-verde-pueblos-transicion/317064.shtml

[19] http://www.transicionsostenible.com/conferencia-internacional-de-transition-towns.htm

[20] http://www.youtube.com/watch?v=80UdS9WuQXA

[21] http://tomalaplaza.net/

[22]Meadows, Donella (2009).“Leverage Points–Places to Intervene in a System”.London. Earthscan.

En los bordes del I Encuentro Ibérico de Transición

30 Abr
por Transición Sostenible, en la categoría Eventos   |  9 Comentarios

Mirando desde detrás y delante de un objetivo

Jueves 19 de abril. Una furgoneta amarilla, como el tractor, conduce en dirección Zarzalejo desde el Mediterráneo catalán. Siete personas expectantes la habitan, con sus inquietudes, sus sueños y sus deseos respecto a los días que seguirán.

Amanece el día 20, ya en destino tras el peregrinaje que nunca termina. Un albergue pequeño, que huele a cerrado. La lluvia empapa el granito madrileño. Se esperan al menos 90 transcicionistas de diversas partes de España, y más allá (acabaremos sobrepasando los 100 sobradamente). La organización se autoorganiza (aunque en ocasiones se desorganice algo, somos sistemas complejos y el caos también tiene su papel), distribuyendo espacios, preparando rincones para compartir miradas, limpiando, … llegan los primeros voluntarios de Zarzalejo en Transición, con equipos de sonido, pan, flores, sonrisas; tal una ofrenda, una celebración. Al fin y al cabo, eso vamos a vivir en un fin de semana intenso: mucho trabajo, reflexión, creación, y a su vez juego, baile, comida, alegría.

Poco a poco, gotita a gotita a ratos, aparece Valladolid en transición. Jerez. Argelaguer. Menorca. Coín. La Palma. Aranjuez. Valencia. Guadalajara… se va engranando la península y las islas, engarzándose en una trama que va a ser acogida (o a acoger, así es afuera como es adentro) en este espacio que a medida que avanza el día va recibiendo algunos rayos de sol.

Al cuello, un sencillo trozo de madera, como la concha del caminante, recordándonos nuestra conexión con la naturaleza.

¡Y empezamos! Aunque realmente, ya comenzamos dando el primer paso más allá de nuestra puerta. Empezamos dándonos la bienvenida formalmente, comentando el programa, las cuestiones logísticas, pidiendo la colaboración de todas y todos porque a fin de cuentas esto sólo será posible en cooperación. Pero la primera bienvenida ya le hemos recibido de dos mujeres sonrientes a la entrada, y nos la daremos de nuevo en el exterior, moviéndonos por el entorno, reconociéndonos y reconociéndolo, encontrándonos mutuamente, contactando nuestras miradas, explicándonos unos a otros qué hacemos ahí, qué esperamos de estos días, quiénes somos, de dónde venimos… y esperando construir juntas y juntos el adónde vamos desde aquí.

Las Iniciativas se presentan, explican qué han hecho, sus visiones, sus dificultades. Es una primera cata, una pequeña pincelada; con las horas se irán poniendo más cuestiones sobre la mesa. Los posters contribuyen a decorar más la sala, ese espacio que tan desangelado parecía a primera hora, y que va cogiendo brillo exponencialmente. Nos metemos de lleno en harina compartiendo en dúos aspectos diversos de la transición.

Emilio Mula, de Transition Town Totnes y uno de los responsables de In Transition 2.0 nos regala la premiere oficial en castellano del documental *, tras una cena degustación geográficamente diversa, compartida y ricamente saboreada. Un honor y un placer poder compartir el visionado con él.

Sábado será día de talleres en paralelo, aportados por Logroño, Santiago, Jerez, Valencia, Zarzalejo y la asociación Gaia Tasiri, y el inicio del trabajo encaminado a formalizar la red. Pero parte del cansancio empieza a notarse, y algunas nos perdemos el debate sobre la situación del movimiento en transición en España (¡y hasta el almuerzo!), todo y que las voces del Coro Libero nos animan a levantarnos de nuevo, recargadas las energías. Eso sí, nos han comentado que había muchos peces en la pecera…

Y el ponerse en marcha no es para menos, porque vamos a contar con Filipa Pimentel, portuguesa afincada en Bruselas y actualmente coordinadora internacional de la red de hubs nacionales en transición. Es decir, encargándose de facilitar apoyo a las redes nacionales de iniciativas en transición; nos cuenta experiencias de la red de Portugal, su decisión de formar parte y contribuir a la Transition Network de esta manera, pero sobre todo se ofrece ella misma, regalándonos durante dos días su sonrisa y su cariño.

Tras compartir con Filipa, damos paso al Foro Abierto (Open Space), una dinámica de trabajo en grupo muy potente y libre, para contribuir a buscar respuestas a la pregunta de qué necesidades tienen las iniciativas españolas que una red podría ayudar a satisfacer. Se generan temas y grupos espontáneamente, la gente puede moverse libremente de unos a otros. Optamos por ser mariposas y observar. Cuántas propuestas se van plasmando… Nos servirán el día siguiente como punto de partida para el grupo que decide participar en darle forma a la red.

Rocío Madreselva, Tambores con corazón y Rogelio con su guitarra ponen la guinda y un trozo de pastel a un día de agenda completa. La celebración también es necesaria, y la música y los ritmos nos hacen vibrar, latir… y bailar!

Domingo. Queda poco ya. Últimas rondas de talleres. Fotos de grupo, y ronda de fotos para la campaña de micromecenaje que contribuya a la traducción de The Transition Companion al castellano. Buena gente disfrutando de la biodanza, proyección de parte de la película Voices of Transition, y un pequeño grupo reunido y comprometido en trabajar para constituir la red nacional española de iniciativas en transición. Poco tiempo y mucho por comentar: se generan equipos para trabajar en la red virtual, y nos emplazamos en dos meses para reencontrarnos, habiendo compartido y debatido la experiencia con los respectivos nodos locales, para seguir tejiendo una telaraña que se nota ya viva y brillante, recubierta de pequeñas gotas que reflejan la luz.

El albergue se ha convertido en un lugar acogedor, divertido, luminoso. Cambiamos nosotras y nuestro entorno cambia.

Un último almuerzo. Recogidas. Abrazos. Promesas de visitas mutuas. Y el retorno. Repasar las fotos recordando los momentos vividos.

Una semana ha pasado desde las despedidas. Tras el bajón emocional y energético que conlleva la separación, es el momento de dar gracias.

La comida, espectacular (a mí no me apasiona el arroz con leche, pero sabía a gloria concentrada). Las mujeres, los hombres y niñ@s de Zarzalejo, encantadores, dispuestos a todo, sin su implicación y su cariño el I Encuentro tal y como lo hemos vivido no habría sido posible. La organización, Juan, Emilio, Susana, Javier y Antonio, horas y energía y pasión volcada en que de la idea se pasara a la acción, ubicuos, inmanentes y trascendentes a la vez. A Filipa, por ser y estar allí. A todas las personas, que, individualmente o en representación de sus iniciativas locales, trabajan en su día a día para ser el cambio y estos días han sembrado más semillas para hacerlo posible. Sólo cabe desear luz y agua y suelo fértil. A Rafa, Joan, Toni, Mathieu, Josep, Stephan, Aniol, Tomás, Loli y Andrea, Paco, Pepe, Edurne, Judith y David, Cristina, Jorge, Paco Heras y María Sintes, Alejo, Raúl, Javier, Susana, Cecilia, Miguel, Lucía, Sergio, …

No me salen todos los nombres. Y nunca puedes hablar con todo el mundo lo que querrías.

Sin embargo, a todas y todos, gracias. También a quienes no habéis podido acercaros, pero nos habéis acompañado con el corazón, se notó vuestra presencia.

Mucho material generado, ideas compartidas, documentación, mapas políticos y mentales, fotografías, vídeos, audios… van siendo recopilados y compartidos en diferentes canales (Flickr, Youtube, Facebook, Wiki…). Y más compañeras van aportando su mirada y su sentir, escribiendo su vivencia en estos tres días en que iniciamos el camino juntas.

Red Sostenible y Creativa de Valencia

Fuengirola-Mijas en Transición

Argelaguer en Transició

Asociación Gaia Tasiri

Cómo nació el cartel del Encuentro

El Encuentro en Noticias Positivas

Por supuesto, es un hasta pronto. El camino sigue.

* Nota: se realizarán proyecciones de In Transition 2.0 en el Espacio Transición de Biocultura Barcelona la próxima semana

Lakabe, la autosuficiencia es posible

06 Feb
por Transición Sostenible, en la categoría Blog, Videos   |  4 Comentarios

No es una leyenda urbana porque Lakabe existe. Desde hace unos años Lakabe es recurrente en el mundillo alternativo como ejemplo de un sueño hecho realidad con mucho tesón, perseverancia e ilusión: un pueblo recuperado en el norte de Nafarroa en un entorno idílico, 100% autosuficiente, en armonía con el entorno, preservando el territorio y ofreciendo una alta calidad de vida a sus habitantes dentro de una filosofía de vida natural.

De forma muy discreta y con un aislamiento voluntario, Lakabe nació en los años 80 cuando unas personas lo encontraron por casualidad buscando cabras perdidas y decidieron okuparlo y rehabilitarlo.

Nadie creyó en ellos y en su aventura de reconstruir y dar vida a uno de tantos pueblos que fueron despoblados en los años 50-60, con presiones externas para generar más mano de obra en las ciudades y con los cantos de sirenas de la felicidad urbana del consumo. Pero consiguieron mucho más que levantar piedras y como vemos, son un extraordinario testimonio de vida alternativa, de ampliar los límites mentales, de enriquecimiento personal superando dificultades y de vida plena y sencilla

Lakabe es uno de los proyectos comunitarios autogestionados con mas história en el Estado Español. Aquí podeis descubris un poco más sobre este interesantísimo proyecto del que tenemos mucho que aprender.

Lakabe, la autosuficiencia es posible from anderixo on Vimeo.

Rob Hopkins: la transición a un mundo sin petróleo.

09 Feb
por Transición Sostenible, en la categoría Blog, Videos   |  Sin comentarios

Rob Hopkins: la transición a un mundo sin petróleo

Rob Hopkins, fundador del movimiento socio-ambiental Transition Towns, nos recuerda que nuestro mundo depende de un petróleo que se está acabando. El nos propone una única solución a este problema – la respuesta de Transición, donde nos preparamos para la vida sin petróleo y sacrificamos nuestros lujos para construir sistemas y comunidades que sean completamente independientes de los combustibles fósiles. La transición a un mundo sin petróleo

* Recuerda que puedes activar los subtítulos en español en la pestaña view subtitles.

Gaia; un piso compartido

09 Feb
por Transición Sostenible, en la categoría Artículos, Blog   |  Sin comentarios

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Gaia; un piso compartido

El hombre era para Aristóteles un animal sin alas, con dos pies, con las uñas planas, pero era un animal especial, el único entre los seres con capacidad de razonar[1]. Linneo, padre de la taxonomía biológica, nos colocaba en la cúspide evolutiva y nos definía como animal cultural y social, seres emancipados de lo biológico. Para el filósofo francés Edgar Morín, el hombre es mucho más que un animal, es amor, muerte, pasión, guerra,…[2].

Lo cierto es que por muy peculiares que seamos no dejamos de ser animales. Además, y más importante aún, es el hecho de que vivimos todos en la misma casa y se trata de un piso compartido.

Se estima que en la tierra vivimos entre 2 y 50 millones de especies distintas, sin embargo los humanos, ya casi 7000 millones de personas, ocupamos casi todas las habitaciones, nos comemos casi todo lo que hay en la nevera y nunca limpiamos. ¿Aguantará nuestro planeta tanto desequilibrio?

Según la teoría de Gaia[3] los organismos vivos y los medios inorgánicos han coevolucionado juntos como si de un sistema vivo se tratase. En analogía a los organismos individuales, en este proceso de coevolución continua observamos un proceso de homeostasis que, históricamente, ha autorregulado la temperatura global, la concentración de gases de la atmosfera, la salinidad de los océanos y otros factores críticos para el mantenimiento de la vida sobre la Tierra al largo de los últimos miles de millones de años.

El sistema complejo de Gaia se empezó a formar cuando apareció la vida en nuestro planeta tierra hace unos 3800 millones de años. Desde entonces, y a lo largo de su proceso evolutivo, la tendencia ha sido aumentar la diversidad de sus habitantes, creando así relaciones más complejas entre los seres vivos y su entorno inorgánico, y tendiendo hacia el equilibrio del sistema. Sin embargo en el pasado hubo 5 momentos de gran desequilibrio debidos a eventos de origen externo – cómo el impacto de grandes meteoritos – y también interno – cómo el cambio de una atmósfera reductora a una atmósfera oxidante debido a la acumulación del oxigeno de origen biótico. Todos ellos llevaron a la desaparición de gran parte de la vida, y es lo que se conoce como las 5 grandes extinciones de la prehistoria. La última y quizás la más conocida es la que ocurrió hace unos 65 millones de años y que eliminó a los dinosaurios terrestres y a los amonitas marinos entre otros, causando la extinción de 80% de la diversidad existente por aquel entonces.

En la actualidad, 30.000 especies desaparecen cada año (¡¡3 cada hora!!) lo que supera las tasas de extinción de las 5 grandes extinciones. Por ello, a esta época los científicos le dan el nombre de la sexta gran extinción[4].La gran diferencia entre esta y las anteriores grandes extinciones es que la causa de los desequilibrios no es abiótica sino biótica; los humanos.

La sexta gran extinción se puede dividir en dos fases. La primera empezó aproximadamente hace 100.000 años con la evolución del Homo Sapiens en África y su dispersión a lo largo y ancho del planeta, que supuso la caza excesiva de las especies comestibles y la dispersión de enfermedades. La segunda fase comenzó hace tan solo 10.000 años con el aprendizaje de la domesticación vegetal y animal, punto a partir del cual se declaró la guerra abierta a los ecosistemas. La agricultura, calificada por Jared Diamond como el mayor error de la historia de la raza humana[5], y la utilización de animales domesticados aparecieron simultáneamente en distintas partes del mundo y tuvieron el efecto de eliminar la capacidad de carga que nos imponían los ecosistemas, permitiendo de esta manera el crecimiento exponencial de la población humana, que pasó de menos de 10 millones de personas hasta los casi 7000 millones de la actualidad.

Partiendo de la idea de Gaia como un sistema vivo, podemos hacer una serie de analogías con organismos más sencillos como nosotros. De esta forma, cada ser vivo podría considerarse una célula, cada especie un tipo de célula, las poblaciones tejidos, y los ecosistemas los órganos de Gaia. Si examinamos entonces el comportamiento de la población humana podemos apreciar un claro paralelismo con las células cancerígenas: crecemos de forma exponencial, al crecer destruimos otros tejidos, e incluso órganos que constituyen el cuerpo en el que vivimos y al final, debido al ambicioso crecimiento, morimos al destruir al organismo afectado. ¿Acabaremos igual?

Lo cierto es que la vida es increíblemente resiliente y siempre se ha recuperado, aunque después de un largo periodo, de las anteriores grandes extinciones. Pero esto sólo lo ha conseguido cuando la causa que la provocaba desaparecía.

La importancia de la resiliencia

La resiliencia es la capacidad que tiene un sistema de absorber los choques y reorganizarse mientras se produce el cambio, de manera que el sistema mantiene esencialmente la misma función, estructura e identidad[6].

Esta propiedad es básica e inherente a cualquier sistema, ya sea social, natural o planetario, y es directamente proporcional a la diversidad de las especies, individuos o componentes que lo forman[7].

Es un hecho que debido a nuestro modelo de desarrollo globalizado, insostenible y basado en el crecimiento continuo e ilimitado hemos superado la capacidad de carga del planeta, provocando una enorme crisis sistémica[8]. Consecuencias actuales de esta relación disfuncional dominante entre la sociedad industrial y la naturaleza, son el cambio climático, la desaparición acelerada de la diversidad cultural y natural del planeta y con ello la disminución alarmante de la resiliencia, y las crisis sociales y económicas asociadas.

Las sociedades resilientes son aquellas que han cohabitado en equilibrio a lo largo de los siglos con el medio natural que las sustentaba. Toda esa diversidad de conocimientos tradicionales, fuente de resiliencia, se esta perdiendo por la homogeneización global que provoca nuestro sistema. Dicho proceso, perfectamente descrito por Helena Norberg-Hodge para la región de Ladakh (norte de la India)[9], debe revertirse para salvar la diversidad eco-cultural del planeta, nuestra resiliencia.

El futuro en nuestras manos

Según James Lovelock, el mundo ha sobrepasado ya el punto de no retorno en el cambio climático y la civilización, tal y como la conocemos hoy día, es poco probable que sobreviva. Añade: “Antes de que se acabe el siglo miles de millones de personas morirán y se producirán masivas migraciones hacia los polos que serán los únicos lugares aún habitables”[10].

Para Jared Diamond, las principales causas que produjeron el colapso en sociedades antiguas como la Rapa-Nui de la isla de Pascua o la cultura Maya de Centroamérica, fue la superación de la capacidad de carga de sus ecosistemas y la incapacidad de responder adecuadamente a los cambios en el entorno, ya fueran por causas naturales o provocadas socialmente. Nosotros estamos siguiendo claramente el mismo patrón pero con una gran diferencia: esas sociedades no se conocían entre ellas y no podían conocer las lecciones cruciales que nosotros debemos aprender de ellos[11].

Las previsiones de futuro son en la mayoría de los casos catastrofistas. Sin embargo aunque difícil, aún está en nuestras manos el cambiar la dirección de los acontecimientos, haciendo de estos tiempos de crisis tiempos de oportunidad. Para ello, es imprescindible la transición hacia un modelo de vida, que lejos de las incoherencias del sistema actual, apueste por la disminución drástica del impacto sobre el medio y la reconstrucción de la resiliencia de los sistemas socio-ecológicos[12].

Existen, hoy día, un amplio abanico de iniciativas y movimientos que, por todo el mundo, trabajan en la construcción de un modelo sostenible, y para alcanzar ese fin las principales estrategias utilizadas son: la localización de las actividades, la radical disminución del consumo tanto energético como material y la reconexión con el medio natural.

Buenos ejemplos de ello son iniciativas de escala local en Cataluña como las cooperativas de consumo, los huertos urbanos o los centros sociales como Can Masdeu[13], e iniciativas internacionales de gran repercusión a escala global como la Sociedad Internacional de Ecología y Cultura (ISEC)[14], movimientos como el del Decrecimiento[15], el de las Post Carbon Cities[16], el Slow movement[17] o el de las Transition Towns[18].

Estas iniciativas, y muchas otras que aquí no se citan, trabajan en ámbitos, contextos y escalas muy diferentes pero teóricamente por un objetivo común. Sin embargo, en muchos casos la dispersión de estos movimientos y su estrecha mirada hace que, en vez de trabajar conjuntamente, se aíslen perdiendo así gran parte de su fuerza y alcance. Por todo ello, en estos momentos tan trascendentales de la historia resulta crucial ampliar la mirada viendo la problemática desde la sistémica, buscar la manera de unirse aumentando así la masa crítica y favorecer el aprendizaje entre unos y otros.

Juan del Río

*Fragmento de la publicación «De la idea a la acción; aprendiendo del movimiento Transition Towns»

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[1] “Se admite que hay tres cosas por las que los hombres se hacen buenos y virtuosos, y esas tres cosas son la naturaleza, el hábito y la razón. Los otros animales viven primordialmente por acción de la naturaleza, si bien algunos, en un grado muy pequeño, son también llevados por los hábitos; el hombre en cambio, vive también por acción de la razón, ya que es el único entre los animales que posee razón; de manera que en él estas cosas deben guardar armonía reciproca entre sí. Los hombres, en efecto, obran con frecuencia de manera contraria a los hábitos que han adquirido y a su naturaleza a causa de su razón, si están convencidos de que algún otro camino de acción les es preferible.”

Aristóteles: Política, VII, 12, 1332b

[3] La primera intuición sobre la teoría de Gaia vino del trabajo encargado a Lovelock por la Nasa sobre el estudio de la existencia de vida en Marte. Lovelock llegó a la conclusión que no hacía falta volar hasta allá para averiguarlo, ya que mirando si la atmósfera del planeta estaba en un estado de desequilibrio, es decir, alejada del equilibrio termodinámico, podría indicarnos si existía o no acción de los seres vivos. Posteriormente está idea fue trabajada conjuntamente con Lynn Margulis dando como resultado la teoría de Gaia. Más adelante, tuvieron la idea de desarrollar un modelo sencillo de equilibrio cibernético que ilustraba que para el sistema Gaia no era necesario un ‘control’ o ‘sistema nervioso’ centralizado, lo llamaron “Daisy Workd”.

[4] Eldredge, N. (1998). “Life in the Balance: Humanity and the Biodiversity Crisis”. Cambridge University Press.

[5] Diamond, J.“The Worst Mistake In The History Of The Human Race”. Discover-May 1987, pp. 64-66

En este artículo se argumenta que la adopción de la agricultura se produjo de manera forzada frente al aumento constante de la población y supuso un descenso cualitativo muy grande en las dietas que pasaron de ser ricas y variadas a monótonas.

[6] Walker, B., Hollinger, C.S., Carpenter, S.R. and Kinzing, A. (2004) “Resilience, Adaptability and Transformability in Social-ecological Systems” Ecology and Society. 9 (2) p.5.

[7] Peterson, G., Allen, C.R. and Holling, C.S. (1998) “Ecological Resilience, Biodiversity, and Scale” Ecosystems 1:6-18.

[8] Latouche, S. (2007) “Sobrevivir al Desarrollo”.Barcelona. Icaria.

[9] Norberg-Hodge, H. (2000) “Ancient Fitures: learning from Ladakh”. Rider Books

[10] Lovelock, J. (2006) “The Revenge of Gaia: Why the Earth is Finghting Back – and How we Can still Save Humanity”. London. Penguin.

[11] Diamond, J. (2006). “Colapso. Porqué unas sociedades perduran y otras desaparecen”. Barcelona. Debate.

[12] “Human and ecologycal Systems are dynamic, interacting and interdependent”. Resilience and sustainable developement. A report for the Swedish Environmental Advisory Council.

[13] http://www.canmasdeu.net/cat/index.php

[14] http://www.isec.org.uk/index.html

[15] http://www.decrecimiento.info/

[16] http://postcarboncities.net/

[17] http://www.slowmovement.com/

[18] http://www.transitiontowns.org/