Juan del Río

Educandonos en el ahora – Videoconferencia a Juan del Río

28 Nov
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Educandonos en el ahora es un congreso integral y holístico de Educación, de creación orgánica, abierta y autogestionada. Dirigido a todas aquellas personas que intuyen, desean o actúan a favor del cambio en la educación actual y en el desarrollo de la conciencia como eje central de toda transformación. Dentro de este gran congreso, que se desarrolla desde octubre del 2012 hasta verano del 2013, se ha realizado un foro virtual de videoconferencias con expertos de diversos ambitos como Claudio Naranjo, Francesco Tonucci, Federico Mayor Zaragoza, Cris Bolívar, Miriam Subirana, Mercè Conangla, Koldo Aldai, Carlos Espinosa, Enric Duran o Juan del Río. Todas las videoconferencias pueden ser visualizadas aquí.

A continuación podeis ver la participación de Juan del Río.

forodirecto on livestream.com. Broadcast Live Free

Presentación-Movimiento de Transición-Construyendo el futuro que queremos

16 Nov
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Movimiento de Transición – Construyendo el futuro que queremos, es una presentación realizada por Juan del Río, con el programa Prezi, para el Salón de la Bioconstrucción de Graus y que creemos puede seros de utilidad. Si clickais en la imagen accedereis a ella. Es necesario estar conectado a internet para visualizarla. En ella se describen los principios del Movimiento de Transición así como su situación en el estado español.

Un abrazo,

TS

Transition expands: Rob Hopkins en TEDxMadrid

19 Oct
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El 15 de Septiembre 2012 tuvo lugar TEDx MAdrid. Encuentro TED en el que Rob Hopkins cofundador del movimiento de transición realizó una videoconferencia en la colaboró Juan del Río en la parte final. Pese a los problemas de sonido la charla fue un éxito. A continuación podeis ver el video original, a la espera de que lo subtitulen.

Para saber mas sobre que es TED podeis mirar aquí.

Esperamos que lo disfruteis.

Formación para la Transición – 30 noviembre, 1 y 2 de diciembre en Olba, Teruel

11 Oct
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Formación para la Transición 

Curso organizado por el Instituto Ecohabitar en colaboración con Transición Sostenible

Imparte: Juan del Río

Fecha: 30 Noviembre ,1  y 2 de Diciembre – Lugar de impartición: Olba, Teruel

Horario:
Día 30 viernes: de 16,30 a 20,30 horas
Día 1 sábado: de 9,30 a 14 y de 16 a 20,30 horas
Díía 2 domingo: de 9,30 a 14 y de 16 a 18,30 horas

Duración: 20 horas

Precio: 160,- €

Alojamiento:
Albergue Molino de Olba. www.molinolba.com.
Tel. 978 781 458
Pensión completa 40 €/dia.
Albergue La Posada del Mijares.
ww.multiserviciorural.com. Tel. 978 781 420
Pensión completa: 45 €/día.

Inscripción y mas información:
m.delgado@institutoecohabitar.org
T: 978 781 466

Descarga el folleto del curso aquí

Programa de la formación para la transición:

El curso oficial de transición es un curso certificado por la Transition Network. Se trata de un curso experiencial y participativo de tres días, en los cuales se explora el modelo de transición y se recorre tanto la transición externa, trabajando los aspectos ambientales y sociales a los que nos enfrentamos, como la transición interna con sus aspectos mas psicológicos y emocionales. Este curso, que parte de un enfoque sistémico, está diseñado para dar un amplio abanico de herramientas a los participantes y promover el fortalecimiento de las iniciativas existentes así como la creación de nuevas iniciativas de transición. El curso de transición se ha realizado con gran éxito en más de 100 ocasiones en múltiples países y ahora por fin se realiza integró en castellano y adaptado a nuestro contexto de la mano de Transición Sostenible.

Objetivos:

  •  Introducir el movimiento de transición y trabajar su modelo.

  • Proporcionar herramientas y contenidos que fortalezcan las iniciativas existentes.

  • Fomentar la creación de nuevas iniciativas.

  • Trabajar tanto los aspectos externos como los internos de la transición.

  • Promover en sentido amplio la transición hacia un futuro más resiliente.

  • Trabajar la creatividad y las relaciones de grupo

A quien va dirigido:

  •  A todas aquellas personas que formen parte de una iniciativa de transición y/o quieran formar una.

  • A todas aquellas personas involucradas en diferentes movimientos socio-ambientales o colectivos diversos interesadas por la metodología de transición.

  • A todas aquellas personas interesadas por el proceso de transición y el movimiento de transición.

  • A todas aquellas personas interesadas en sentido amplio en sostenibilidad, metodologías participativas y alternativas a la crisis.

Contenido:

Módulo 1. Preparando el terreno, la transición externa.

– El contexto de las Ciudades en Transición.  ”¿Por qué necesitamos una transición?”

– Visión general sobre el modelo de Transición

– Visión de un mundo saludable

– El modelo de Transición en Profundidad

Módulo 2. Transición Interna y próximas etapas de la transición.

– Mundos internos

– Foro abierto

– Dinámicas de Joana Macy (ecología profunda)

– Evolucionando la estructura de la iniciativa

La transición hacia las «ecociudades»

05 Oct
por Transición Sostenible, en la categoría Artículos, Blog, Entrevistas   |  Sin comentarios

La transición hacia las «ecociudades» es un interesante artículo sobre el movimiento de transición del reconocido periodista Carlos Fresneda. Públicado en el periódico el mundo, en la edición de papel, el 1 de octubre de 2012. Sin más os dejamos con él.

La transición hacia las «ecociudades»

En un pueblo de 7.000 almas, entre las bucólicas colinas de Devon, se está cociendo desde hace siete años una revolución pausada y silenciosa. Cualquiera que llegue por primera vez a Totnes, no notará posiblemente la diferencia: los coches siguen circulando entre los caserones de piedra y –como los propios vecinos advierten– «aún no tenemos a las cabras pastando en los tejados verdes».

Remontando High Street, sin embargo, uno empieza a notar que algo está ocurriendo realmente en Totnes… En plena crisis, aquí tenemos la explosión de pujantes comercios locales. Muchos de ellos admiten el pago con la divisa autóctona, la libra de Totnes. Los 40 cafés locales han hecho piña para evitar la apertura de cadenas multinacionales. Y los vecinos han sido capaces de organizarse, calle a calle, para llenar los tejadosde paneles solares.

La semilla del cambio se plantó hace tiempo en Totnes. Hace casi un siglo, Dorothy y Leonard Elmhirst levantaron muy cerca su utopía rural, en lo que hoy es el Dartington Hall y el Schumacher College. El pueblo fue siempre uno de los puntales del pensamiento progresista y de la busca de otros estilos de vida. Pero el auténtico catalizador ha sido el movimiento de la Transición, que nació aquí en 2005 y que se ha propagado ya por 34 países con su mensaje de regeneración energética, económica y social.

«El sistema con el que funcionamos ha entrado en un callejón sin salida», advierte Rob Hopkins, permacultor y cofundador del movimiento, que decidió trasplantar a Totnes el experimento tras los primeros pasos en Kinsale (Irlanda).

«La era del crecimiento ilimitado y el petróleo barato ha tocado a su fin. Y el problema es que no tenemos a mano una alternativa».

«Con la Red de Transición estamos intentando crearla con un abanico de ideas e iniciativas desde lo local», advierte Hopkins. «No tenemos las soluciones, pero las estamos buscando. El objetivo es crear comunidades resilientes en cualquier parte del mundo. Cada país y cada cultura lo está adaptando a su manera y con sus propios ingredientes».

Planes de descenso energético. Cooperativas de energía solar.Monedas complementarias. Apoyo a la emprendiduría social. Impulso de la agricultura urbana… El movimiento que nació como Transition Towns, como respuesta a los retos del cambio climático y del pico del petróleo, se ha adaptado a los tiempos que corren y a la necesidad de respuestas ante la crisis.

Reconomy Project, el proyecto para regenerar la economía, es precisamente el reclamo de la conferencia anual que se celebra este fin de semana en Londres y a la que asisten los miembros de los más de 200 grupos británicos de transición, más 60 representantes del movimiento en otros países, entre ellos España.

Juan del Río, gestor y formador ambiental, cofundador de Transición Sostenible, ha disertado en Londres sobre el papel del movimiento «en tiempos de austeridad». «Hay un gran interés y una lógica preocupación por todo lo que está pasando en el sur de Europa», admite Del Río. «Lo cierto es que en España están surgiendo muchas iniciativas ante la crisis, de cooperativas integrales a redes de intercambio y monedas sociales. La Transición aspira a ser el puente entre estas islas, el catalizador que necesitamos para estar conectados y poner las ideas en acción».

En España hay ya entre 25 y 30 grupos de transición, de Barcelona a Madrid, de Valencia a Bilbao, de Coín a Vilanova i la Geltrú. La primavera pasada se celebró el primer encuentro nacional en Zarzalejo (Madrid), y con el impulso de la portuguesa Filipa Pimentel –que coordina desde Bruselas todos los hubs repartidos por el mundo– la nueva transición ibérica está tomando fuerza y forma.

«Transición es una palabra positiva para nosotros, por todo lo que implica de cambio y apertura», sostiene Juan del Río. «Está claro que en el sur de Europa necesitamos pasar a la acción con respuestas desde lo económico. Pero tenemos que hacer al mismo tiempo un esfuerzo de transición personal. Quienes buscamos alternativas hemos estado muy desunidos hasta la fecha: hay que aceptar que las diferencias son nuestra fuente de diversidad».

Una reciente película, Transition 2.0, da cuenta del efecto multiplicador del movimiento, de Nueva Zelanda a India, pasando por Japón, Brasil o Italia (donde el ayuntamiento de Monteveglio ha adoptado públicamente la primera «resolución de transición»).

En Gran Bretaña, el movimiento ha saltado de los pueblos a las grandes ciudades: en Londres existen ya 40 grupos de transición, conectando los grandes barrios y promoviendo iniciativas de eficiencia energética, autonomía alimentaria o dinero local, como la emblemática libra de Brixton. Una ciudad de medio millón de habitantes, Bristol, ha dado un gran impulso al movimiento este año con la adopción de su propia divisa electrónica y complementaria que aspira a reactivar la economía local.

«Experimentamos haciendo: no esperamos a que nadie nos dé permiso », advierte Ben Brangwyn, cofundador del movimiento. «No tenemos una receta mágica para el cambio, y hemos comprobado que la misma fórmula no funciona en todas las partes del mundo. Pero la red se está propagando cada vez más rápido. Del intercambio de experiencias está surgiendo un poder transformador que antes no teníamos».

Rob Hopkins, cofundador de Transition Towns, ha acuñado un lema infalible para pasar a la acción: «Si esperamos a que actúen los Gobiernos, será demasiado tarde. Si tomamos la iniciativa individualmente, será demasiado poco. Pero si actuamos en comunidades, probablemente será suficiente y a tiempo». Hopkins reconoce que la transición a un nuevo modelo económico y energético debería haber comenzado hace tres décadas, «pero aún estamos a tiempo de evitar el colapso actuando desde lo local y construyendo economías resilientes». «Soy un gran creyente en el potencial del ser humano», asegura.

Carlos Fresneda

Aquí podéis descargar el artículo original «Transición hacia las ecociudades – Carlos Fresneda, públicado en el periódico «el mundo», edición en papel, el 1 de octubre del 2012.

 

Transición en Cardedeu

19 Jul
por Transición Sostenible, en la categoría Artículos, Blog, Videos   |  3 Comentarios

El viernes 6 de Julio tuve la oportunidad de visitar Cardedeu, una localidad de unos 18000 habitantes a unos 40 Km de Barcelona, cerca del parque del natural del Montseny. Me invitaron para ir a presentar la película In Transition 2.0, el último documental realizado por la Transition Netwok, en el que aparecen diferentes ejemplos de proyectos de transición a lo largo y ancho del mundo.

El pase del documental, así como el debate posterior fueron todo un éxito. Asistieron más de 50 personas, acudiendo tambien gente de localidades vecinas. Pero lo mejor de todo no fue este evento en si, sino constatar la cantidad de proyectos increibles que ya se estan llevando a cabo y el gran potencial de Cardedeu para desarrollar su propia transicion hacia un modo de vida más sostenible. ¿Se convertirá Cardedeu en una iniciativa de Transición?

Mònica y Carles fueron mis guias en la que fue una jornada de lo más productiva. Visitamos el proyecto «Phoenicurus», un fantástico huerto de permacultura donde se realizan tareas educativas, se está desarrollando un banco de semillas y en el que se producen alimentos para la cooperativa de consumo local. Una cooperativa de consumo y producción (pro-consumo) que se llama Cardedeu Autosuficient. Además, tuvimos la oportunidad de conocer la escuela taller alternativa EsBiosfera, un proyecto muy interesante, con huerto incluido, en el que se potencia la reconstrucción de resiliencia y la autosuficiencia. Y por si esto no fuera poco Cardedeu dispone tambien de un banco del tiempo, de productores ecológicos de lacteos, etc. Pero sobre todo, si de algo dispone Cardedeu es de personas con ganas y energía de, pese a las dificultades, apostar por proyectos de cambio.

Huerto Phoenicurus

Gracias a Mònica, Carles y el resto de personas que conocí aquel dia por vuestra gran acogida y por mostrarme una vez mas como la transición no es una utopía, es algo del presente, del aquí y del ahora. Sí, se trata todavia solo del comienzo, pero nadie dijo que la transicion fuese pan comido. Venga Cardedeu!

Juan del Río

Movimiento de Transición; de la indignación a la acción

22 May
por Transición Sostenible, en la categoría Artículos, Blog   |  2 Comentarios

Movimiento de Transición: de la indignación a la acción - Transición SostenibleMovimiento de Transición; de la indignación a la acción

Como autoorganizarse para cambiar el paradigma del consumismo en un mundo complejo y finito.

Os propongo un pequeño ejercicio. Levantad la mirada y observad atentamente a vuestro alrededor. ¿Qué veis? ¿Existe alguna relación entre los objetos, personas o cosas que os rodean? ¿Qué relación tenéis con vuestro entorno?

Así es, vivimos en un mundo basado en la interdependencia. Cada uno de los elementos existentes depende de una u otra manera de otros elementos, formando así sistemas de todo tipo y escala, que a su vez se relacionan entre sí. Por ejemplo, no podemos entender la economía si no es dentro de una sociedad, y a su vez no puede existir ninguna sociedad si no es dentro de un medio natural que lo sustenta. Es justamente esta visión sistémica la que nos permite comprender que no somos seres aislados del mundo físico y natural, sino que formamos parte de sistemas socio-ecológicos complejos y dinámicos. En otras palabras, pueblos, ciudades o comunidades, habitadas por personas y otros organismos vivos, que se encuentran en continua evolución y donde abundan las propiedades emergentes, existe un elevado grado de incertidumbre y los cambios pueden ser irreversibles.

Un concepto clave para comprender el funcionamiento de los sistemas socio-ecológicos, nuestras comunidades, es la resiliencia. Entendemos por resiliencia la capacidad, inherente a cualquier sistema, de absorber los choques externos y reorganizarse mientras se produce el cambio, de manera que el sistema mantiene esencialmente la misma función, estructura e identidad[1].

Existen evidencias científicas, como el informe sobre los límites del equilibrio planetario[2], promovido por el Stockholm Resilence Centre, que nos demuestran que nuestro sistema socioeconómico está sobrepasando la capacidad de carga de nuestro planeta alterando gravemente el sistema Tierra. Consecuencias actuales de esta relación disfuncional dominante entre la sociedad industrial y la naturaleza, son el cambio climático, la desaparición acelerada de la diversidad cultural y natural del planeta, y con ello la disminución alarmante de la resiliencia, y las crisis sociales y económicas asociadas.

Efectivamente, el hambre extrema en el cuerno de África, la catástrofe de las centrales nucleares en Japón, el gran aumento de las desigualdades sociales, el crecimiento poblacional, el agotamiento de los recursos, el cambio climático, etc. son parte de una misma crisis. Una crisis de sostenibilidad global, y de percepción de la realidad, que tiene su origen en el desarraigo con la naturaleza y en el consecuente ímpetu de nuestra sociedad por controlarla. Una sociedad basada en el crecimiento acelerado y el consumismo desmesurado de todo tipo de recursos. Por ello, la recuperación de un equilibrio global pasa por la reconstrucción de resiliencia socioambiental mediante el decrecimiento consciente de nuestras economías y la relocalización de nuestros modos de vida, y para conseguirlo es necesario transformar nuestra relación con el entorno natural, con los otros y con nosotros mismos. Lo que implica, como nos indica el filosofo Jordi Pigem, una transición cultural, es decir un cambio de mentalidad y valores[3].

Una sociedad adicta al petróleo

Sin petróleo barato no estarías leyendo este artículo ahora. No se podrían haber escrito estas palabras en un ordenador y no se podría haber impreso la revista que tienes ahora en tus manos. La mayoría de cosas a nuestro alrededor dependen del petróleo barato para su manufacturación y transporte: nuestros muebles, nuestro entretenimiento, nuestra comida, nuestras medicinas, nuestra casa,… Efectivamente, nuestro bienestar y riqueza económica están directamente relacionados con el petróleo y es justamente esta gran adicción por la poción mágica de nuestros tiempos la que nos hace tan vulnerables.

El pico de producción del petróleo o peakoil, punto a partir del cual disminuye su producción, significa que a partir de ese momento la disponibilidad va a ir reduciéndose de manera gradual pero continua. Atendiendo al comportamiento de los yacimientos actuales y de los nuevos descubrimientos petrolíferos, los diferentes estudios científicos lo sitúan entre el 2007 y el 2015[4]. Sin embargo, en este caso, lo verdaderamente importante no es la fecha exacta, dado que se trata de un hecho inevitable, sino el hecho de que ocurrirá pronto y aun no hemos empezado ni a pensar realmente en ello ni a organizarnos para ello. En palabras del investigador Richard Heinberg, el peak oil, debido a nuestra extrema dependencia del petróleo, a su demanda creciente y a que no hay perspectivas de encontrar un sustituto mejor, se trata del mayor reto social y económico desde la revolución industrial[5].

El mundo está cambiando; caminemos juntos

Albert Einstein decía que “los problemas no pueden resolverse con la misma visión que los creó”. Siguiendo ese cambio de mentalidad existen un cada vez más amplio abanico de iniciativas y movimientos, que trabajan a diferentes escalas y con diferentes enfoques por un objetivo común: la transición hacia un modelo de desarrollo social y ambientalmente justo y sostenible. Cooperativas de consumo, centros sociales, el movimiento del Decrecimiento[6], o el movimiento Transition Towns[7] son sólo algunos ejemplos. Sin embargo, hasta ahora, la dispersión de estos movimientos y a veces su estrecha mirada ha hecho que, en vez de trabajar conjunta y complementariamente, se aislasen perdiendo así gran parte de su fuerza y alcance. Por todo ello, en estos momentos cruciales de la historia, resulta imprescindible ampliar esa mirada viendo la problemática socioambiental desde una perspectiva sistémica, buscando la manera de conectarse y colaborar, aumentando así la masa crítica y favoreciendo el aprendizaje entre unos y otros.

Justamente ese enfoque inclusivo e integral es el que persigue el Movimiento de Transición y uno de los aspectos que lo emparenta con el reciente Movimiento del 15M. Con un carácter eminentemente práctico y propositivo el Movimiento Transition Towns, que se centra en las problemáticas interrelacionadas del pico de producción del petróleo y el cambio climático, y que enfoca su respuesta hacia la reconstrucción de resiliencia comunitaria, está sabiendo ejercer de paraguas y pegamento de forma que iniciativas muy diversas trabajen conectadas y comiencen juntas el proceso de cambio.

El concepto de transición

El concepto de transición parte del intento de aplicar el diseñó de la permacultura[8] a asentamientos y ciudades. Su germen aparece en el 2005 con el proyecto Kinsale 2021[9], producto de un curso bianual de permacultura impartido por Rob Hopkins, posterior cofundador del movimiento Transition Towns. Dicho proyecto piloto supuso el primer intento de llevar a cabo un plan participativo e integral de descenso energético (EDAP[10]), en el que se trabajaba visionando un futuro positivo y autosuficiente en un mundo sin petróleo, para la población sudirlandesa de Kinsale. Poco después, se creaba en Totnes, un pueblo del suroeste de Inglaterra, la primera iniciativa en transición, Transition Town Totnes[11].

Desde ese momento, e impulsadas por la posterior creación de la Transition Network[12] (Red de iniciativas en Transición) y la publicación del Transition Handbook[13] (Manual para la Transición), las iniciativas en transición han ido emergiendo y evolucionando en todo el mundo a partir del trabajo a nivel comunitario, y con las siguientes premisas:

  • Que la vida con un descenso dramático del consumo energético es inevitable y, por tanto, mejor prevenir que ser cogido por sorpresa.
  • Que la falta de resiliencia social actual hace que en estos momentos nuestras comunidades no estén preparadas para afrontar los choques que provocará el pico de producción del petróleo.
  • Que debemos actuar colectivamente y debemos hacerlo ahora.
  • Que dando rienda suelta a la creatividad de la comunidad podemos proactivamente diseñar nuestro descenso energético y construir modos de vida más interrelacionados y ricos que reconozcan los límites físicos de nuestro planeta.

Un reto colectiv0

Efectivamente la transición es un gran reto colectivo que implica actuaciones a muy distintos niveles. Jóvenes y mayores, instituciones, comerciantes y sociedad civil, en general, deben actuar conjuntamente dando rienda suelta a su creatividad, y justamente ese es uno de los grandes logros del movimiento de transición: conseguir, mediante la creación de redes, el uso de dinámicas participativas, el ejemplo práctico y el visionado conjunto de un futuro posible y mejor, la paulatina inclusión de los diferentes actores en el proceso de cambio.

El movimiento de transición nos enseña lo importante que es asociar imágenes, para así tener una visión clara sobre cómo queremos que sea nuestro futuro. ¿Qué pasaría si en vez de imaginarnos un futuro lleno de desastres y catástrofes le diésemos la vuelta y lo viésemos como un futuro lleno de extraordinarias oportunidades?. Oportunidades de reinventar, repensar y reconstruir un futuro abundante en tiempo, en salud y en felicidad. Un futuro más local, comunitario y autosuficiente. Para ello como nos indica Rob Hopkins[14], es necesario crear nuevas historias y mitos que nos permitan avanzar en las próximas décadas, como por ejemplo de la ciudad que tiene su propia moneda o del pueblo que cambia los aparcamientos de coches por huertos comunitarios. En definitiva, historias de la comunidad que descubre que vivir con menos es vivir mejor.

Autoorganización

Cada iniciativa de transición, formada por gente corriente, como tú y como yo, se autoorganiza, mediante la creación de grupos de trabajo autónomos, sobre aspectos diversos como alimentación, educación, energía, psicología del cambio, etc. A partir de ahí las iniciativas ponen en práctica todo tipo de soluciones, creíbles y adaptadas a su contexto, para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y recuperar la resiliencia de su comunidad: huertos urbanos, sistemas de trueque y monedas locales, talleres de reciclaje y recuperación de saberes tradicionales, proyectos de bioconstrucción y aislamiento de casas, creación de bancos de semillas, asesorías de vulnerabilidad al petróleo para los comercios, proyectos sobre energías renovables, cuentos de transición, ferias ecológicas, guías de comida local, plantación de árboles frutales, o la creación de un plan integral de descenso energético (EDAP).

La evolución del Movimiento de Transición

El movimiento de transición es un movimiento joven y en pleno crecimiento. Continuamente, de manera viral y autoorganizada, nuevos grupos locales se adhieren a la idea de comenzar la transición por todo el mundo. Actualmente, aunque la mayoría de iniciativas se encuentran en países anglosajones, como Reino Unido, Irlanda, USA, Australia o Nueva Zelanda, ya hay grupos en casi 40 países. Algunos ejemplos son: Japón, Chile, Portugal, Francia, Finlandia, Alemania, Italia o España. A día de hoy existen ya cerca de 400 iniciativas oficiales y más de mil que están empezando a trabajar en ese mismo camino. Existen pueblos, barrios, ciudades, islas, penínsulas y bosques en transición, cada uno con sus propios proyectos, con su propia personalidad. Continuamente surgen nuevas publicaciones y películas, como la reciente In Transition 2.0., en torno al movimiento Transition Towns, consiguiendo que el concepto de transición, hace un par de años casi desconocido, hoy día esté de total actualidad.

En España, el movimiento de transición se encuentra en sus inicios y en plena expansión. El reciente y exitoso primer Encuentro Ibérico de Transición[15] celebrado del 20 al 22 de abril en Zarzalejo, Madrid, en el que participaron más de 130 personas de todo el estado, es prueba de esa efervescencia. Además la wiki para el movimiento de transición en habla hispana[16], publicaciones como “De la idea a la acción: aprendiendo del movimiento Transition Towns”[17] o la emisión de documentales como “Pueblos en Transición”[18], han ayudado de manera muy importante al mejor conocimiento del movimiento y a su dispersión por el territorio. Actualmente existen grupos de trabajo en torno a la transición en unas 30 localidades españolas: Barcelona y Vilanova i la Geltrú, Zarzalejo (Madrid), Mahón, Vitoria Gasteiz, Coín (Málaga), Jerez, la universidad de Santiago o Valencia, son solo algunos ejemplos.

El concepto de transición, como quedó en la última conferencia internacional sobre Transition Towns que tuvo lugar en Julio del 2011[19], está en continua evolución. Participantes de 12 países y debates sobre activismo y transición, sobre la necesidad de incluir la crisis financiera entre uno de sus objetivos, la adaptación de sus principios a contextos de pobreza como las favelas de Brasil, o la discusión de todo lo sucedido en las plazas europeas[20], mostraron la abertura de un movimiento que está sabiendo adaptarse a nuevos contextos y realidades.

15M y Movimiento de Transición

Mención especial en el momento de cambio que vivimos actualmente, tiene el despertar que ha supuesto el movimiento 15M[21]. Hace justo un año las plazas de España y de otros países del mundo se llenaron de gente de todo tipo, proclamando de manera masiva y pacífica su indignación frente a un sistema injusto, dominado por bancos, grandes empresas y gobiernos corruptos. Y, ¿qué mejor manera de hacerlo que con el ejemplo? Niños, jubilados, estudiantes, trabajadores y parados, que dejando de lado sus pequeñas diferencias se pusieron manos a la obra para diseñar y construir a través de la creatividad, la cooperación y la autoorganización, pequeñas comunidades semi-autosuficientes en el centro de las ciudades. Comedores, populares, cuidado sanitario, múltiples grupos de trabajo, guarderías, huertos, el uso de la democracia participativa y horizontal o de los principios de la permacultura, o las múltiples actividades culturales, fueron claros ejemplos de que la gente quiere un modelo de vida diferente y que es posible. ¿Acaso no es este un ejemplo increíble de transición?

Lo sucedido en tantas plazas, y que ha vuelto a revivir durante el fin de semana del 12 al 15 de Mayo del 2012, demostrando que está más activo que nunca, se trata de un gran experimento de transición social, que pese a lo efímero, a puesto a la sociedad de muchos países en plena efervescencia. Pero ¿cómo continuar este cambio? No existen respuestas concretas y evidentemente dependerá de cada lugar y situación, pero lo que está claro es que el movimiento de transición puede tiene un papel crucial en este proceso global de cambio, aportando su visión, metodologías y herramientas, para canalizar constructivamente la indignación actual.

Por un cambio de paradigma

Sabemos que la recuperación de un equilibrio global pasa por la reconstrucción de resiliencia mediante el decrecimiento consciente de las economías, la relocalización de nuestros modos de vida y la reconexión con el medio natural, y que para ello es imprescindible un gran cambio cultural. Donella Meadows nos explica en “Leverage Points–Places to Intervene in a System”[22], que el punto clave en el que hay que actuar para que cambie un sistema es en el cambio de paradigma, es decir aquellas ideas compartidas y asunciones que dan forma a la cultura, que la guían. Cambiar el paradigma consumista actual por el paradigma del “menos es mejor”, el de la sostenibilidad, supone un reto inmenso que no puede esperar.

Con ese objetivo y centrándose en el declive del petróleo y en la necesidad de vivir de manera más autosuficiente, el movimiento de transición nos llama a actuar colectivamente, de manera creativa y huyendo del catastrofismo. Nos invita a reaprender y a cambiar nuestros valores: la competitividad por la cooperación, el individualismo por la comunidad, lo lejano por lo local. Nos infunde ánimo para que conjuntamente visionemos y diseñemos nuestro futuro. Nos explica que esta ilusionante, aunque larga, transición de paradigma puede ser increíble. Y nos dice que definitivamente hay que de dejar las diferencias de lado y ponerse ya manos a la obra porque es el momento de pasar todos juntos de la indignación a la acción.

Juan del Río

[1]Walker, B., Hollinger, C.S., Carpenter, S.R. and Kinzing, A. (2004) “Resilience, Adaptability and Transformability in Social-ecological Systems” Ecology and Society.9 (2) p.5.

[2]Rockström, Johan; W. Steffen, K.; Noone, [et al.] (2009). “Planetary Boundaries: Exploring the safe operating space for humanity”, Ecology and Society 14(2), p 32.

[3]Pigem, J. (2010) “Revalorar el món: els valors de la sostenibilitat” Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible de Catalunya.

[4] Datos del Oil Depletion Analysis Centre. (http://www.odac-info.org). Mirar también: http://www.hubbertpeak.com/

[5]Heinberg, R.(2003) “The Prty’s Over, War and the Fate of Industrial Societies”. New Society Publishers.

[6] www.decrecimiento.es

[7] www.transtiontowns.org

[8]Holmgren, D. (2003). “Permaculture: principles and pathways beyond sustanaibility”.Holmgren Design Services.

[9]http://transitionculture.org/wp-content/uploads/kinsaleenergydescentactionplan.pdf

[10]Energy Descent Action Planning

[11]http://www.transitiontowntotnes.org/

[12]http://www.transitionnetwork.org/

[13]Hopkins, R. (2008). “The Transition Handbook.From oil dependency to local resilience”.Totnes. Green Books.

[14]http://www.ted.com/talks/lang/spa/rob_hopkins_transition_to_a_world_without_oil.html

[15]http://movimientotransicion.pbworks.com/w/page/47282340/1er%20ENCUENTRO%20IB%C3%89RICO%20DE%20TRANSICI%C3%93N

[16]http://movimientotransicion.pbworks.com

[17]Del Río, J. (2009) “De la idea a la acción: aprendiendo del movimiento TransitionTowns” Máster en Sostenibilidad de la Universidad Politécnica de Catalunya. Se puede descargar en: http://movimientotransicion.pbworks.com/f/De+la+idea+a+la+acci%C3%B3n%3B+Aprendiendo+del+Movimiento+Transition+Towns+-+Juan+Del+R%C3%ADo.pdf

[18]http://www.rtve.es/television/20100208/escarabajo-verde-pueblos-transicion/317064.shtml

[19] http://www.transicionsostenible.com/conferencia-internacional-de-transition-towns.htm

[20] http://www.youtube.com/watch?v=80UdS9WuQXA

[21] http://tomalaplaza.net/

[22]Meadows, Donella (2009).“Leverage Points–Places to Intervene in a System”.London. Earthscan.

Ya está aquí el vídeo del I Encuentro Ibérico de Transición

15 May
por Transición Sostenible, en la categoría Eventos, Videos   |  2 Comentarios

Dejaremos que el vídeo hable por sí mismo del 1º encuentro ibérico de Transición.

 

Gracias, Emilio, y a tod@s quiénes lo han hecho posible.

En los bordes del I Encuentro Ibérico de Transición

30 Abr
por Transición Sostenible, en la categoría Eventos   |  9 Comentarios

Mirando desde detrás y delante de un objetivo

Jueves 19 de abril. Una furgoneta amarilla, como el tractor, conduce en dirección Zarzalejo desde el Mediterráneo catalán. Siete personas expectantes la habitan, con sus inquietudes, sus sueños y sus deseos respecto a los días que seguirán.

Amanece el día 20, ya en destino tras el peregrinaje que nunca termina. Un albergue pequeño, que huele a cerrado. La lluvia empapa el granito madrileño. Se esperan al menos 90 transcicionistas de diversas partes de España, y más allá (acabaremos sobrepasando los 100 sobradamente). La organización se autoorganiza (aunque en ocasiones se desorganice algo, somos sistemas complejos y el caos también tiene su papel), distribuyendo espacios, preparando rincones para compartir miradas, limpiando, … llegan los primeros voluntarios de Zarzalejo en Transición, con equipos de sonido, pan, flores, sonrisas; tal una ofrenda, una celebración. Al fin y al cabo, eso vamos a vivir en un fin de semana intenso: mucho trabajo, reflexión, creación, y a su vez juego, baile, comida, alegría.

Poco a poco, gotita a gotita a ratos, aparece Valladolid en transición. Jerez. Argelaguer. Menorca. Coín. La Palma. Aranjuez. Valencia. Guadalajara… se va engranando la península y las islas, engarzándose en una trama que va a ser acogida (o a acoger, así es afuera como es adentro) en este espacio que a medida que avanza el día va recibiendo algunos rayos de sol.

Al cuello, un sencillo trozo de madera, como la concha del caminante, recordándonos nuestra conexión con la naturaleza.

¡Y empezamos! Aunque realmente, ya comenzamos dando el primer paso más allá de nuestra puerta. Empezamos dándonos la bienvenida formalmente, comentando el programa, las cuestiones logísticas, pidiendo la colaboración de todas y todos porque a fin de cuentas esto sólo será posible en cooperación. Pero la primera bienvenida ya le hemos recibido de dos mujeres sonrientes a la entrada, y nos la daremos de nuevo en el exterior, moviéndonos por el entorno, reconociéndonos y reconociéndolo, encontrándonos mutuamente, contactando nuestras miradas, explicándonos unos a otros qué hacemos ahí, qué esperamos de estos días, quiénes somos, de dónde venimos… y esperando construir juntas y juntos el adónde vamos desde aquí.

Las Iniciativas se presentan, explican qué han hecho, sus visiones, sus dificultades. Es una primera cata, una pequeña pincelada; con las horas se irán poniendo más cuestiones sobre la mesa. Los posters contribuyen a decorar más la sala, ese espacio que tan desangelado parecía a primera hora, y que va cogiendo brillo exponencialmente. Nos metemos de lleno en harina compartiendo en dúos aspectos diversos de la transición.

Emilio Mula, de Transition Town Totnes y uno de los responsables de In Transition 2.0 nos regala la premiere oficial en castellano del documental *, tras una cena degustación geográficamente diversa, compartida y ricamente saboreada. Un honor y un placer poder compartir el visionado con él.

Sábado será día de talleres en paralelo, aportados por Logroño, Santiago, Jerez, Valencia, Zarzalejo y la asociación Gaia Tasiri, y el inicio del trabajo encaminado a formalizar la red. Pero parte del cansancio empieza a notarse, y algunas nos perdemos el debate sobre la situación del movimiento en transición en España (¡y hasta el almuerzo!), todo y que las voces del Coro Libero nos animan a levantarnos de nuevo, recargadas las energías. Eso sí, nos han comentado que había muchos peces en la pecera…

Y el ponerse en marcha no es para menos, porque vamos a contar con Filipa Pimentel, portuguesa afincada en Bruselas y actualmente coordinadora internacional de la red de hubs nacionales en transición. Es decir, encargándose de facilitar apoyo a las redes nacionales de iniciativas en transición; nos cuenta experiencias de la red de Portugal, su decisión de formar parte y contribuir a la Transition Network de esta manera, pero sobre todo se ofrece ella misma, regalándonos durante dos días su sonrisa y su cariño.

Tras compartir con Filipa, damos paso al Foro Abierto (Open Space), una dinámica de trabajo en grupo muy potente y libre, para contribuir a buscar respuestas a la pregunta de qué necesidades tienen las iniciativas españolas que una red podría ayudar a satisfacer. Se generan temas y grupos espontáneamente, la gente puede moverse libremente de unos a otros. Optamos por ser mariposas y observar. Cuántas propuestas se van plasmando… Nos servirán el día siguiente como punto de partida para el grupo que decide participar en darle forma a la red.

Rocío Madreselva, Tambores con corazón y Rogelio con su guitarra ponen la guinda y un trozo de pastel a un día de agenda completa. La celebración también es necesaria, y la música y los ritmos nos hacen vibrar, latir… y bailar!

Domingo. Queda poco ya. Últimas rondas de talleres. Fotos de grupo, y ronda de fotos para la campaña de micromecenaje que contribuya a la traducción de The Transition Companion al castellano. Buena gente disfrutando de la biodanza, proyección de parte de la película Voices of Transition, y un pequeño grupo reunido y comprometido en trabajar para constituir la red nacional española de iniciativas en transición. Poco tiempo y mucho por comentar: se generan equipos para trabajar en la red virtual, y nos emplazamos en dos meses para reencontrarnos, habiendo compartido y debatido la experiencia con los respectivos nodos locales, para seguir tejiendo una telaraña que se nota ya viva y brillante, recubierta de pequeñas gotas que reflejan la luz.

El albergue se ha convertido en un lugar acogedor, divertido, luminoso. Cambiamos nosotras y nuestro entorno cambia.

Un último almuerzo. Recogidas. Abrazos. Promesas de visitas mutuas. Y el retorno. Repasar las fotos recordando los momentos vividos.

Una semana ha pasado desde las despedidas. Tras el bajón emocional y energético que conlleva la separación, es el momento de dar gracias.

La comida, espectacular (a mí no me apasiona el arroz con leche, pero sabía a gloria concentrada). Las mujeres, los hombres y niñ@s de Zarzalejo, encantadores, dispuestos a todo, sin su implicación y su cariño el I Encuentro tal y como lo hemos vivido no habría sido posible. La organización, Juan, Emilio, Susana, Javier y Antonio, horas y energía y pasión volcada en que de la idea se pasara a la acción, ubicuos, inmanentes y trascendentes a la vez. A Filipa, por ser y estar allí. A todas las personas, que, individualmente o en representación de sus iniciativas locales, trabajan en su día a día para ser el cambio y estos días han sembrado más semillas para hacerlo posible. Sólo cabe desear luz y agua y suelo fértil. A Rafa, Joan, Toni, Mathieu, Josep, Stephan, Aniol, Tomás, Loli y Andrea, Paco, Pepe, Edurne, Judith y David, Cristina, Jorge, Paco Heras y María Sintes, Alejo, Raúl, Javier, Susana, Cecilia, Miguel, Lucía, Sergio, …

No me salen todos los nombres. Y nunca puedes hablar con todo el mundo lo que querrías.

Sin embargo, a todas y todos, gracias. También a quienes no habéis podido acercaros, pero nos habéis acompañado con el corazón, se notó vuestra presencia.

Mucho material generado, ideas compartidas, documentación, mapas políticos y mentales, fotografías, vídeos, audios… van siendo recopilados y compartidos en diferentes canales (Flickr, Youtube, Facebook, Wiki…). Y más compañeras van aportando su mirada y su sentir, escribiendo su vivencia en estos tres días en que iniciamos el camino juntas.

Red Sostenible y Creativa de Valencia

Fuengirola-Mijas en Transición

Argelaguer en Transició

Asociación Gaia Tasiri

Cómo nació el cartel del Encuentro

El Encuentro en Noticias Positivas

Por supuesto, es un hasta pronto. El camino sigue.

* Nota: se realizarán proyecciones de In Transition 2.0 en el Espacio Transición de Biocultura Barcelona la próxima semana

Gaia; un piso compartido

09 Feb
por Transición Sostenible, en la categoría Artículos, Blog   |  Sin comentarios

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Gaia; un piso compartido

El hombre era para Aristóteles un animal sin alas, con dos pies, con las uñas planas, pero era un animal especial, el único entre los seres con capacidad de razonar[1]. Linneo, padre de la taxonomía biológica, nos colocaba en la cúspide evolutiva y nos definía como animal cultural y social, seres emancipados de lo biológico. Para el filósofo francés Edgar Morín, el hombre es mucho más que un animal, es amor, muerte, pasión, guerra,…[2].

Lo cierto es que por muy peculiares que seamos no dejamos de ser animales. Además, y más importante aún, es el hecho de que vivimos todos en la misma casa y se trata de un piso compartido.

Se estima que en la tierra vivimos entre 2 y 50 millones de especies distintas, sin embargo los humanos, ya casi 7000 millones de personas, ocupamos casi todas las habitaciones, nos comemos casi todo lo que hay en la nevera y nunca limpiamos. ¿Aguantará nuestro planeta tanto desequilibrio?

Según la teoría de Gaia[3] los organismos vivos y los medios inorgánicos han coevolucionado juntos como si de un sistema vivo se tratase. En analogía a los organismos individuales, en este proceso de coevolución continua observamos un proceso de homeostasis que, históricamente, ha autorregulado la temperatura global, la concentración de gases de la atmosfera, la salinidad de los océanos y otros factores críticos para el mantenimiento de la vida sobre la Tierra al largo de los últimos miles de millones de años.

El sistema complejo de Gaia se empezó a formar cuando apareció la vida en nuestro planeta tierra hace unos 3800 millones de años. Desde entonces, y a lo largo de su proceso evolutivo, la tendencia ha sido aumentar la diversidad de sus habitantes, creando así relaciones más complejas entre los seres vivos y su entorno inorgánico, y tendiendo hacia el equilibrio del sistema. Sin embargo en el pasado hubo 5 momentos de gran desequilibrio debidos a eventos de origen externo – cómo el impacto de grandes meteoritos – y también interno – cómo el cambio de una atmósfera reductora a una atmósfera oxidante debido a la acumulación del oxigeno de origen biótico. Todos ellos llevaron a la desaparición de gran parte de la vida, y es lo que se conoce como las 5 grandes extinciones de la prehistoria. La última y quizás la más conocida es la que ocurrió hace unos 65 millones de años y que eliminó a los dinosaurios terrestres y a los amonitas marinos entre otros, causando la extinción de 80% de la diversidad existente por aquel entonces.

En la actualidad, 30.000 especies desaparecen cada año (¡¡3 cada hora!!) lo que supera las tasas de extinción de las 5 grandes extinciones. Por ello, a esta época los científicos le dan el nombre de la sexta gran extinción[4].La gran diferencia entre esta y las anteriores grandes extinciones es que la causa de los desequilibrios no es abiótica sino biótica; los humanos.

La sexta gran extinción se puede dividir en dos fases. La primera empezó aproximadamente hace 100.000 años con la evolución del Homo Sapiens en África y su dispersión a lo largo y ancho del planeta, que supuso la caza excesiva de las especies comestibles y la dispersión de enfermedades. La segunda fase comenzó hace tan solo 10.000 años con el aprendizaje de la domesticación vegetal y animal, punto a partir del cual se declaró la guerra abierta a los ecosistemas. La agricultura, calificada por Jared Diamond como el mayor error de la historia de la raza humana[5], y la utilización de animales domesticados aparecieron simultáneamente en distintas partes del mundo y tuvieron el efecto de eliminar la capacidad de carga que nos imponían los ecosistemas, permitiendo de esta manera el crecimiento exponencial de la población humana, que pasó de menos de 10 millones de personas hasta los casi 7000 millones de la actualidad.

Partiendo de la idea de Gaia como un sistema vivo, podemos hacer una serie de analogías con organismos más sencillos como nosotros. De esta forma, cada ser vivo podría considerarse una célula, cada especie un tipo de célula, las poblaciones tejidos, y los ecosistemas los órganos de Gaia. Si examinamos entonces el comportamiento de la población humana podemos apreciar un claro paralelismo con las células cancerígenas: crecemos de forma exponencial, al crecer destruimos otros tejidos, e incluso órganos que constituyen el cuerpo en el que vivimos y al final, debido al ambicioso crecimiento, morimos al destruir al organismo afectado. ¿Acabaremos igual?

Lo cierto es que la vida es increíblemente resiliente y siempre se ha recuperado, aunque después de un largo periodo, de las anteriores grandes extinciones. Pero esto sólo lo ha conseguido cuando la causa que la provocaba desaparecía.

La importancia de la resiliencia

La resiliencia es la capacidad que tiene un sistema de absorber los choques y reorganizarse mientras se produce el cambio, de manera que el sistema mantiene esencialmente la misma función, estructura e identidad[6].

Esta propiedad es básica e inherente a cualquier sistema, ya sea social, natural o planetario, y es directamente proporcional a la diversidad de las especies, individuos o componentes que lo forman[7].

Es un hecho que debido a nuestro modelo de desarrollo globalizado, insostenible y basado en el crecimiento continuo e ilimitado hemos superado la capacidad de carga del planeta, provocando una enorme crisis sistémica[8]. Consecuencias actuales de esta relación disfuncional dominante entre la sociedad industrial y la naturaleza, son el cambio climático, la desaparición acelerada de la diversidad cultural y natural del planeta y con ello la disminución alarmante de la resiliencia, y las crisis sociales y económicas asociadas.

Las sociedades resilientes son aquellas que han cohabitado en equilibrio a lo largo de los siglos con el medio natural que las sustentaba. Toda esa diversidad de conocimientos tradicionales, fuente de resiliencia, se esta perdiendo por la homogeneización global que provoca nuestro sistema. Dicho proceso, perfectamente descrito por Helena Norberg-Hodge para la región de Ladakh (norte de la India)[9], debe revertirse para salvar la diversidad eco-cultural del planeta, nuestra resiliencia.

El futuro en nuestras manos

Según James Lovelock, el mundo ha sobrepasado ya el punto de no retorno en el cambio climático y la civilización, tal y como la conocemos hoy día, es poco probable que sobreviva. Añade: “Antes de que se acabe el siglo miles de millones de personas morirán y se producirán masivas migraciones hacia los polos que serán los únicos lugares aún habitables”[10].

Para Jared Diamond, las principales causas que produjeron el colapso en sociedades antiguas como la Rapa-Nui de la isla de Pascua o la cultura Maya de Centroamérica, fue la superación de la capacidad de carga de sus ecosistemas y la incapacidad de responder adecuadamente a los cambios en el entorno, ya fueran por causas naturales o provocadas socialmente. Nosotros estamos siguiendo claramente el mismo patrón pero con una gran diferencia: esas sociedades no se conocían entre ellas y no podían conocer las lecciones cruciales que nosotros debemos aprender de ellos[11].

Las previsiones de futuro son en la mayoría de los casos catastrofistas. Sin embargo aunque difícil, aún está en nuestras manos el cambiar la dirección de los acontecimientos, haciendo de estos tiempos de crisis tiempos de oportunidad. Para ello, es imprescindible la transición hacia un modelo de vida, que lejos de las incoherencias del sistema actual, apueste por la disminución drástica del impacto sobre el medio y la reconstrucción de la resiliencia de los sistemas socio-ecológicos[12].

Existen, hoy día, un amplio abanico de iniciativas y movimientos que, por todo el mundo, trabajan en la construcción de un modelo sostenible, y para alcanzar ese fin las principales estrategias utilizadas son: la localización de las actividades, la radical disminución del consumo tanto energético como material y la reconexión con el medio natural.

Buenos ejemplos de ello son iniciativas de escala local en Cataluña como las cooperativas de consumo, los huertos urbanos o los centros sociales como Can Masdeu[13], e iniciativas internacionales de gran repercusión a escala global como la Sociedad Internacional de Ecología y Cultura (ISEC)[14], movimientos como el del Decrecimiento[15], el de las Post Carbon Cities[16], el Slow movement[17] o el de las Transition Towns[18].

Estas iniciativas, y muchas otras que aquí no se citan, trabajan en ámbitos, contextos y escalas muy diferentes pero teóricamente por un objetivo común. Sin embargo, en muchos casos la dispersión de estos movimientos y su estrecha mirada hace que, en vez de trabajar conjuntamente, se aíslen perdiendo así gran parte de su fuerza y alcance. Por todo ello, en estos momentos tan trascendentales de la historia resulta crucial ampliar la mirada viendo la problemática desde la sistémica, buscar la manera de unirse aumentando así la masa crítica y favorecer el aprendizaje entre unos y otros.

Juan del Río

*Fragmento de la publicación «De la idea a la acción; aprendiendo del movimiento Transition Towns»

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[1] “Se admite que hay tres cosas por las que los hombres se hacen buenos y virtuosos, y esas tres cosas son la naturaleza, el hábito y la razón. Los otros animales viven primordialmente por acción de la naturaleza, si bien algunos, en un grado muy pequeño, son también llevados por los hábitos; el hombre en cambio, vive también por acción de la razón, ya que es el único entre los animales que posee razón; de manera que en él estas cosas deben guardar armonía reciproca entre sí. Los hombres, en efecto, obran con frecuencia de manera contraria a los hábitos que han adquirido y a su naturaleza a causa de su razón, si están convencidos de que algún otro camino de acción les es preferible.”

Aristóteles: Política, VII, 12, 1332b

[3] La primera intuición sobre la teoría de Gaia vino del trabajo encargado a Lovelock por la Nasa sobre el estudio de la existencia de vida en Marte. Lovelock llegó a la conclusión que no hacía falta volar hasta allá para averiguarlo, ya que mirando si la atmósfera del planeta estaba en un estado de desequilibrio, es decir, alejada del equilibrio termodinámico, podría indicarnos si existía o no acción de los seres vivos. Posteriormente está idea fue trabajada conjuntamente con Lynn Margulis dando como resultado la teoría de Gaia. Más adelante, tuvieron la idea de desarrollar un modelo sencillo de equilibrio cibernético que ilustraba que para el sistema Gaia no era necesario un ‘control’ o ‘sistema nervioso’ centralizado, lo llamaron “Daisy Workd”.

[4] Eldredge, N. (1998). “Life in the Balance: Humanity and the Biodiversity Crisis”. Cambridge University Press.

[5] Diamond, J.“The Worst Mistake In The History Of The Human Race”. Discover-May 1987, pp. 64-66

En este artículo se argumenta que la adopción de la agricultura se produjo de manera forzada frente al aumento constante de la población y supuso un descenso cualitativo muy grande en las dietas que pasaron de ser ricas y variadas a monótonas.

[6] Walker, B., Hollinger, C.S., Carpenter, S.R. and Kinzing, A. (2004) “Resilience, Adaptability and Transformability in Social-ecological Systems” Ecology and Society. 9 (2) p.5.

[7] Peterson, G., Allen, C.R. and Holling, C.S. (1998) “Ecological Resilience, Biodiversity, and Scale” Ecosystems 1:6-18.

[8] Latouche, S. (2007) “Sobrevivir al Desarrollo”.Barcelona. Icaria.

[9] Norberg-Hodge, H. (2000) “Ancient Fitures: learning from Ladakh”. Rider Books

[10] Lovelock, J. (2006) “The Revenge of Gaia: Why the Earth is Finghting Back – and How we Can still Save Humanity”. London. Penguin.

[11] Diamond, J. (2006). “Colapso. Porqué unas sociedades perduran y otras desaparecen”. Barcelona. Debate.

[12] “Human and ecologycal Systems are dynamic, interacting and interdependent”. Resilience and sustainable developement. A report for the Swedish Environmental Advisory Council.

[13] http://www.canmasdeu.net/cat/index.php

[14] http://www.isec.org.uk/index.html

[15] http://www.decrecimiento.info/

[16] http://postcarboncities.net/

[17] http://www.slowmovement.com/

[18] http://www.transitiontowns.org/